lunes, 12 de mayo de 2008

Street Luge, velocidad y adrenalina “pegado” al suelo

Este deporte no se encuentra muy difundido en la Argentina aun pero causa furor en el mundo, principalmente en Australia y Estados Unidos. Se trata de recorrer caminos en “bajada” acostados a centímetros del piso sobre una tabla similar a un skate capaz de alcanzar los 100 kilómetros por hora.
A diferencia de los demás deportes que hemos comentado anteriormente el Street Luge es extremadamente peligroso, quizás de los mas riesgosos del mundo pero aun así, cada día suma gran cantidad de nuevos adeptos porque brinda una incomparable sensacional de peligro y adrenalina que difícilmente puede ofrecer otro deporte.
Si bien es considerado de alto riesgo, cabe aclarar que la velocidad depende del piloto. Esta aumenta de acuerdo con el control y la experiencia adquirida por cada corredor, seria una locura pensar que un principiante esta en condiciones de controlar un Luge a altas velocidades.
Este deporte es relativamente sencillo de aprender y el modo de pilotear la tabla es muy similar al de un skate. El Luge o deslizador es una estructura generalmente de aluminio muy ligera que puede medir unos dos metros de largo y unos 40 centímetros de ancho. Incorpora un apoyo para los pies que otorga mayor estabilidad y una manija a cada lado para ayudarnos a inclinar el peso del cuerpo sobre un costado para doblar en las curvas. Las ruedas están diseñadas especialmente para soportar altas temperaturas. La particularidad de este deporte es que esta estipulado por el reglamento internacional que el único freno con el que cuenta el Luge es el calzado del piloto.


Para comenzar a practicar este deporte es necesario ubicar la seguridad en primer plano, además de la tabla para deslizarnos es recomendable contar con un amplio equipo de seguridad a disposición como coderas, guantes de cuero, rodilleras, casco integral, canilleras con protección para tobillos, pechera y fundamentalmente zapatillas acondicionadas con goma para soportar las altas temperaturas producidas por la fricción contra el asfalto al frenar.

La experiencia es fundamental, se deben ir incorporando las técnicas y posturas sobre el deslizador lo más despacio posible para asegurarse de asimilarlas de la mejor manera y siempre tener un total control de la situacion. Por ejemplo: el incremento de velocidad depende de la posición que guarde el piloto sobre la tabla, es decir, que mientras más acostado se encuentre sobre el Luge, más aerodinámico se vuelve y adquiere mayor velocidad.
Desafortunadamente para los argentinos que se encuentren ansiosos de practicar este atrevido e intenso deporte no es nada fácil dar con gente que lo realice en nuestro país. Uno de los principales contratiempos a la hora de encontrar mayor difusión en Sudamérica es que los deslizadores no se consiguen fácilmente y se debe gastar cerca de 600 dólares para encargar uno en el exterior o bien aventurarse a construirlo uno mismo.

Hernán Guillén para DeporTEAlternativo.

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